El arte es una de las formas mediante las cuales el ser humano puede expresarse, hoy en día no es necesario asistir a un teatro o a un museo para poder apreciarlo, ya que existen muchas personas que prefieren mostrar su talento en las calles, realizando arte callejero.
¿Qué es el arte callejero?
El arte callejero considerado también arte urbano consiste, en cualquier tipo de expresión o de destreza que se realice en espacios públicos, donde cualquier persona pueda ir a apreciarlo sin tener que pagar nada, dando solamente una pequeña contribución que no es obligatoria.
No se tiene una fecha precisa de cuando apareció esta tendencia, ya que abarca muchas destrezas
como los graffitis, los mimos, el malabarismo, entre otros mas que como ya se dijo se realizan en las calles y cada una de ellas surgió separadamente.
Para algunas personas esto no es arte, porque no esta respaldado por ninguna institución, y muchas veces los mensajes que tratan de dar van en contra de algunas ideologías del gobierno, debido a eso se considera vandalismo, y a los que realizan esto se les llama vagos y rebeldes.
Muchos jóvenes se dedican plenamente a esto sin importarles si les prestan atención, si ganan bien o no, lo hacen por el simple hecho de que eso es lo que les apasiona, y no les importa nada mas.
Un poco de graffiti
Los graffitis se consideran arte callejero, debido a que estos se realizan en las paredes de los edificios, en algunos puentes, buses, y hasta en trenes, logrando con esto que todas las personas lean el mensaje que se quiere transmitir.
En el país son considerados como vandalismo, pero esto no impide, que a la hora de transitar por sus calles, muchas de las paredes estén marcadas con los pensamientos de algún graffitero, un ejemplo claro es BarrioLa California, el cual posee un muro exclusivamente para esto.
Desde el Imperio Romano existían los graffiti ya que se daba la escritura sobre muros o paredes, pero es hasta en la década de los 60 que este arte se intensifica, cuando el griego Demetrius comienza a dejar su firma en todas las paredes de New York, y luego varios jóvenes siguieron haciendo lo mismo.
El objetivo de los graffitis, es expresar un punto de vista, es la manera mediante la cual un artista se expresa, este no se da a conocer, solo deja su firma, “el hecho de que los puedan agarrar “in fraganti” es lo que mas les atrae y seduce” explico el graffitero Adrián Mesen.
Tal y como lo dice la escritora Patricia Araujo en una de sus publicaciones, “el graffiti es un vehiculo de expresión, por medio de ellos las urbes se transforman en inmensos periódicos que inducen constantemente a su lectura”, y se consideran así, ya que están a vista de todas las personas, y algunos contienen mensajes sobre política o religión.
Graffitis en San Lucas
Estos no solo se pueden observar en las calles, dentro de las cárceles, es muy común en las celdas encontrar algún graffiti, de igual manera es la forma en que los privados de libertad expresan sus sentimientos de soledad y tristeza, por ejemplo en la antigua prisión enla IslaSanLucas, se pueden ver muchos con mensajes de sufrimiento.
Darío Duran es otro graffitero del país, empezó con esto hace cuatro años cuando descubrió que era una buena forma de expresarse y en compañía de sus amigos después de clases se iba a graffitear.
“Me gusta hacer los graffitis a mano alzada, hay personas que utilizan plantillas y hacen la marca, pero no es mi caso, en lo que llevo de hacer esto solo he realizado seis graffitis en pared ya que rayar una es exponerse, prefiero hacer bocetos o graffitiar algún bus viejo, un tren o una lata, eso si mi especialidad es dejar mensajes acerca de Dios” comento Duran.
El silencio del mimo
Aunque en el país ya no es tan común encontrar uno de estos personajes vestidos todos de negro con la cara pintada de blanco y haciendo varios gestos, los mimos también entran en la categoría del arte callejero.
Estos surgieron en el siglo V A.C. en Roma y Grecia, ya que en los teatros era muy difícil escuchar, y la mejor manera de entender era por medio de la mímica, de ahí se deriva el nombre mimo.
Actores como Charlie Chaplin, utilizaron los gestos para transmitir sus historias, esta es la única manera en que se pueden comunicar, no utilizan la voz para nada, deben permanecer en silencio durante toda su actuación.
Roberto Garzona realiza mimo desde hace nueve años, y afirma que para poder serlo se necesita tener mucha pasión, ya que es muy complicado pasar en silencio, no reírse de algún gesto que haga el público, o inclusive el hecho de que muchas veces nadie se detenga a observar su actuación, puede desmotivarlos.
Otro punto importante es que en el país los mimos no tienen mucho apoyo, no existen muchas instituciones que nos respalden, y se puede notar, antes en la plaza de la cultura se podían ver varios mimos, hoy en día ya no, esto por que es mejor dedicarse a eventos privados por lo general en iglesias evangélicas, en el teatro Soom o Paraguas Rojos.
“Aquí no se tiene la ventaja que se tiene en países como Argentina, en donde esto si se valora más e inclusive una persona puede vivir bien, con solo dedicarse a esto, en cambio aquí lo más que logramos recoger en un día son ¢2500” expresó Garzona.
Es importante aclarar que los mimos no son payasos, el mimo actúa en silencio y su vestimenta es igual para todos los que se dediquen a esto, mientras que los payasos hacen reír con sus piruetas y su vestimenta por lo general es bastante colorida.
Malabares callejeros
Al transitar por la facultad de derecho dela Universidadde Costa Rica o por el Hiper Más de Guadalupe es normal encontrarse con varios jóvenes en los semáforos haciendo malabares, no importa si llueve, si hay mucho sol, si es quincena o no ellos siempre están ahí.
Talvez usted se ha preguntado, si ellos no tienen nada más que hacer que estar ahí “jugando” y pidiendo plata, o inclusive muchas veces los llama vagos, o por el contrario se ha interesado y más bien admira la pasión que tienen por las artes circenses.
Las artes circenses antes se realizaban solo en los circos, en la actualidad se practican a la par de un semáforo, con el propósito de que mientras el conductor hace un alto vea un poco de malabarismo, contribuya con lo que quiera y después continúe con su camino, por lo mismo esto también es parte del arte callejero.
Al igual que el mimo, este arte tampoco es muy apoyado en el país, y solo enla CasaArcoiris ubicada en Barrio Aranjuez se dan cursos sobre malabares, muchos de estos jóvenes prefieren quedarse en las calles y aprender ahí ya que muchas veces sale un poco costoso pagar por estas clases..
Randall Lamicq es un herediano que realiza malabarismo desde hace cuatro años, y esta seguro de que el mejor lugar para aprender es la calle, “día día se aprende un nuevo truco y eso es lo que me motiva, para seguir en esto aunque cuesta mucho que nos apoyen económicamente, a veces nos dan espacio para presentarnos ante la sociedad” comento el malabarista.
Jefferson Vindas de 22 años, es otro joven que renuncio a su trabajo hace dos años para dedicarse exclusivamente a esto, a veces logra hacer ¢15000 en un solo día, pero hay otros en los que lo único que logra juntar son ¢1000, aun así afirma que con eso le alcanza para poder mantener a su familia, también comenta “para nosotros el hecho de que llueva o no no es ningún impedimento para salir y hacer nuestro show.
A ambos malabaristas los caracteriza su interés por el arte, y a pesar de las muchas veces que se han quemado demostrando su talento, aseguran que es más grande la pasión que tienen por esto que cualquier cicatriz que les pueda dejar una quemadura.
Aunque aquí en el país el arte no tiene mucho apoyo, es sorprendente ver como muchos jóvenes, sin importarles si ganan o no dinero o si las personas aprecian sus demostraciones, salen todos los días a la calle a dejar su huella, ya sea en una pared mediante un graffiti, debajo de un traje negro y con la cara toda pintada de blanco, o en algún semáforo exponiendo su vida con fuego, todo con tal de hacer arte callejero.
Para algunas personas esto no es arte, porque no esta respaldado por ninguna institución, y muchas veces los mensajes que tratan de dar van en contra de algunas ideologías del gobierno, debido a eso se considera vandalismo, y a los que realizan esto se les llama vagos y rebeldes.
Muchos jóvenes se dedican plenamente a esto sin importarles si les prestan atención, si ganan bien o no, lo hacen por el simple hecho de que eso es lo que les apasiona, y no les importa nada mas.
Un poco de graffiti
Los graffitis se consideran arte callejero, debido a que estos se realizan en las paredes de los edificios, en algunos puentes, buses, y hasta en trenes, logrando con esto que todas las personas lean el mensaje que se quiere transmitir.
En el país son considerados como vandalismo, pero esto no impide, que a la hora de transitar por sus calles, muchas de las paredes estén marcadas con los pensamientos de algún graffitero, un ejemplo claro es BarrioLa California, el cual posee un muro exclusivamente para esto.
Desde el Imperio Romano existían los graffiti ya que se daba la escritura sobre muros o paredes, pero es hasta en la década de los 60 que este arte se intensifica, cuando el griego Demetrius comienza a dejar su firma en todas las paredes de New York, y luego varios jóvenes siguieron haciendo lo mismo.
El objetivo de los graffitis, es expresar un punto de vista, es la manera mediante la cual un artista se expresa, este no se da a conocer, solo deja su firma, “el hecho de que los puedan agarrar “in fraganti” es lo que mas les atrae y seduce” explico el graffitero Adrián Mesen.
Tal y como lo dice la escritora Patricia Araujo en una de sus publicaciones, “el graffiti es un vehiculo de expresión, por medio de ellos las urbes se transforman en inmensos periódicos que inducen constantemente a su lectura”, y se consideran así, ya que están a vista de todas las personas, y algunos contienen mensajes sobre política o religión.
Graffitis en San Lucas
Estos no solo se pueden observar en las calles, dentro de las cárceles, es muy común en las celdas encontrar algún graffiti, de igual manera es la forma en que los privados de libertad expresan sus sentimientos de soledad y tristeza, por ejemplo en la antigua prisión enla IslaSanLucas, se pueden ver muchos con mensajes de sufrimiento.
Darío Duran es otro graffitero del país, empezó con esto hace cuatro años cuando descubrió que era una buena forma de expresarse y en compañía de sus amigos después de clases se iba a graffitear.
“Me gusta hacer los graffitis a mano alzada, hay personas que utilizan plantillas y hacen la marca, pero no es mi caso, en lo que llevo de hacer esto solo he realizado seis graffitis en pared ya que rayar una es exponerse, prefiero hacer bocetos o graffitiar algún bus viejo, un tren o una lata, eso si mi especialidad es dejar mensajes acerca de Dios” comento Duran.
El silencio del mimo
Aunque en el país ya no es tan común encontrar uno de estos personajes vestidos todos de negro con la cara pintada de blanco y haciendo varios gestos, los mimos también entran en la categoría del arte callejero.
Estos surgieron en el siglo V A.C. en Roma y Grecia, ya que en los teatros era muy difícil escuchar, y la mejor manera de entender era por medio de la mímica, de ahí se deriva el nombre mimo.
Actores como Charlie Chaplin, utilizaron los gestos para transmitir sus historias, esta es la única manera en que se pueden comunicar, no utilizan la voz para nada, deben permanecer en silencio durante toda su actuación.
Roberto Garzona realiza mimo desde hace nueve años, y afirma que para poder serlo se necesita tener mucha pasión, ya que es muy complicado pasar en silencio, no reírse de algún gesto que haga el público, o inclusive el hecho de que muchas veces nadie se detenga a observar su actuación, puede desmotivarlos.
Otro punto importante es que en el país los mimos no tienen mucho apoyo, no existen muchas instituciones que nos respalden, y se puede notar, antes en la plaza de la cultura se podían ver varios mimos, hoy en día ya no, esto por que es mejor dedicarse a eventos privados por lo general en iglesias evangélicas, en el teatro Soom o Paraguas Rojos.
“Aquí no se tiene la ventaja que se tiene en países como Argentina, en donde esto si se valora más e inclusive una persona puede vivir bien, con solo dedicarse a esto, en cambio aquí lo más que logramos recoger en un día son ¢2500” expresó Garzona.
Es importante aclarar que los mimos no son payasos, el mimo actúa en silencio y su vestimenta es igual para todos los que se dediquen a esto, mientras que los payasos hacen reír con sus piruetas y su vestimenta por lo general es bastante colorida.
Malabares callejeros
Al transitar por la facultad de derecho dela Universidadde Costa Rica o por el Hiper Más de Guadalupe es normal encontrarse con varios jóvenes en los semáforos haciendo malabares, no importa si llueve, si hay mucho sol, si es quincena o no ellos siempre están ahí.
Talvez usted se ha preguntado, si ellos no tienen nada más que hacer que estar ahí “jugando” y pidiendo plata, o inclusive muchas veces los llama vagos, o por el contrario se ha interesado y más bien admira la pasión que tienen por las artes circenses.
Las artes circenses antes se realizaban solo en los circos, en la actualidad se practican a la par de un semáforo, con el propósito de que mientras el conductor hace un alto vea un poco de malabarismo, contribuya con lo que quiera y después continúe con su camino, por lo mismo esto también es parte del arte callejero.
Al igual que el mimo, este arte tampoco es muy apoyado en el país, y solo enla CasaArcoiris ubicada en Barrio Aranjuez se dan cursos sobre malabares, muchos de estos jóvenes prefieren quedarse en las calles y aprender ahí ya que muchas veces sale un poco costoso pagar por estas clases..
Randall Lamicq es un herediano que realiza malabarismo desde hace cuatro años, y esta seguro de que el mejor lugar para aprender es la calle, “día día se aprende un nuevo truco y eso es lo que me motiva, para seguir en esto aunque cuesta mucho que nos apoyen económicamente, a veces nos dan espacio para presentarnos ante la sociedad” comento el malabarista.
Jefferson Vindas de 22 años, es otro joven que renuncio a su trabajo hace dos años para dedicarse exclusivamente a esto, a veces logra hacer ¢15000 en un solo día, pero hay otros en los que lo único que logra juntar son ¢1000, aun así afirma que con eso le alcanza para poder mantener a su familia, también comenta “para nosotros el hecho de que llueva o no no es ningún impedimento para salir y hacer nuestro show.
A ambos malabaristas los caracteriza su interés por el arte, y a pesar de las muchas veces que se han quemado demostrando su talento, aseguran que es más grande la pasión que tienen por esto que cualquier cicatriz que les pueda dejar una quemadura.
Aunque aquí en el país el arte no tiene mucho apoyo, es sorprendente ver como muchos jóvenes, sin importarles si ganan o no dinero o si las personas aprecian sus demostraciones, salen todos los días a la calle a dejar su huella, ya sea en una pared mediante un graffiti, debajo de un traje negro y con la cara toda pintada de blanco, o en algún semáforo exponiendo su vida con fuego, todo con tal de hacer arte callejero.
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